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viernes, 23 de diciembre de 2011

Rompiendo los valores del deporte

   Hoy y desde hace año y medio soy entrenador de fútbol en un colegio de la periferia de Madrid. Trato con niños desde los 7 a los 11 años, aportándoles mis conocimientos sobre la materia: la técnica, la táctica, las estrategias…pero también intento dejar algo mas en ellos, algo que les sirva de por vida y que le ayude a formarse plenamente como personas, algo llamado valores.
   Sin embargo me he dado cuenta que mi tarea no es nada fácil pues, por desgracia, observo en ellos comportamientos, pero sobre todo, actitudes negativas que por lo que he podido averiguar, copian de lo que para ellos son modelos de conducta “normales” y que todos podemos observar en nuestro día a día gracias a las tecnologías de comunicación existentes. Para aclararlo un poco más, ahí va un ejemplo:
   Hace un año, en uno de los entrenamientos con los chavales, estos estaban comentando el partido de primera división que enfrentó al Real Madrid con el FC Barcelona el fin de semana anterior y de entre los comentarios, salió uno acerca del recibimiento que uno de los equipos (no recuerdo cual) tuvo por parte de la afición rival, donde hubo insultos, lanzamiento de objetos y hasta una luna del autobús rota, cuando los jugadores ni siquiera se habían bajado del mismo. Mi sorpresa fue que consideraban esas acciones como algo lógico, pues en palabras textuales de uno de los alumnos “el equipo no les gustaba y tenían que demostrarlo” y era algo lícito y que formaba parte del juego.
   Reflexionando sobre la cuestión llegué a la conclusión de que, en cierto modo, era natural su concepción de esa acción, pues es lo que han visto y oído desde siempre sin cortapisa alguna. Antiguamente la educación y el saber llegaban por el boca a boca, luego la escritura, los libros y ahora la televisión e internet, que hacen que la información viaje casi en tiempo real hasta nosotros sin filtros que la modelen (que no manipulen) y que las hagan más atractivas al receptor desde un punto de vista educativo. Esto que digo no es una crítica abierta hacia los medios de comunicación, bueno no solo hacia ellos, es una crítica a todos nosotros, hacia todos los que demandamos una información rápida y actualizada y hacia aquellos que nos la proporcionan valorada mas al peso que por la calidad, pero sobre todo es una llamada de atención a aquellos protagonistas de ciertas acciones injustificadas, violentas y absurdas que forman hoy en día parte de nuestro deporte y sirven de ejemplo equivocado a las nuevas generaciones. ¿Realmente vale la pena ese comportamiento por demostrar la pertenencia a un grupo? El deporte no es más que un juego y debemos aceptarlo como tal viviéndolo con cabeza y no como un sentimiento, estableciendo unos límites con lo personal.
   No sé si esto que voy a decir puede sonar utópico, pero el día de mañana me gustaría ver como el aficionado solo va al estadio a animar a su equipo (y no a insultar al otro o al árbitro), como el padre y el hijo disfrutan de una competición sin disturbios que la empañen, como las noticias deportivas solo hablan de deporte (y no de chismorreos o dimes y diretes), como los protagonistas de todo esto, los deportistas, jugadores, técnicos, etc… son modelos universales de conducta limpia y deportiva; una gran mayoría ya lo son, pero una mayoría no son todos; en definitiva, me gustaría ver como todo lo que rodea el deporte, y que también es parte importante de él, es sinónimo, de conductas positivas y saludables. 
   Si todo esto no somos capaces de transmitirlo a los niños, que al menos sean ellos los que nos lo transmitan a nosotros, será un ejemplo a toda la humanidad y un objetivo pedagógico alcanzado.

  En este vídeo, se trata el tema de la violencia en el fútbol y aporta una curiosa iniciativa por parte de la universidad de Cádiz para promover la deportividad y el juego limpio dentro de los terrenos de juego; por algo se empieza.

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